Un futuro con incertidumbre

 

La campaña irregular de Güemes lo dejó contra las cuerdas: ocupa el 16° puesto y necesita sumar con urgencia en la recta final del campeonato para no comprometer su futuro en la categoría.

El presente de Güemes en la Primera Nacional 2025 está marcado por la incertidumbre y la presión de los promedios. El equipo santiagueño ocupa la 16ª posición del Grupo A con 27 puntos en 27 partidos disputados, una campaña que lo mantiene en la pelea por evitar el descenso. Si bien no se encuentra en el último lugar, la irregularidad y la escasez de victorias lo obligan a no relajarse en lo que resta del campeonato.

El gran déficit del "Gaucho" ha sido la falta de triunfos. Con apenas cuatro victorias en toda la temporada, el equipo sumó la mayor parte de sus unidades a través de empates, lo que le permitió mantenerse en pie pero sin despegar en la tabla. Esta tendencia lo convirtió en un rival difícil de vencer, aunque la falta de contundencia ofensiva se refleja en una diferencia de gol negativa y en la imposibilidad de alejarse de la zona roja.

A su favor, Güemes consiguió una racha positiva de once partidos sin derrotas, lo que demuestra que el equipo encontró solidez defensiva y carácter para competir. Sin embargo, esa seguidilla no se tradujo en un salto significativo en la tabla porque la mayoría fueron igualdades. El desafío inmediato será transformar esa solidez en victorias que le permitan respirar con mayor tranquilidad.

De cara al futuro, el fixture no será sencillo. En las próximas fechas deberá medirse con rivales de peso como Arsenal, Atlanta, Racing de Córdoba, Quilmes, San Miguel y nuevamente Almagro, encuentros que resultarán determinantes para su aspiración de sostenerse en la categoría. La obligación será sumar puntos clave ante competidores directos y no dejar escapar unidades en condición de local.

La pelea por la permanencia promete ser larga y sufrida, y Güemes sabe que está en el tramo decisivo del torneo. Con poco margen de error, el equipo deberá dar el gran salto en la recta final para esquivar el fantasma del descenso.