El segundo ciclo de Omar de Felippe que marcó la era más gloriosa de Central Córdoba
Omar de Felippe volvió al club del Oeste santiagueño el 31 de julio de 2024, en un contexto adverso: el equipo se encontraba en zona de descenso directo, con apenas 12 puntos. Sin embargo, una racha invicta de ocho partidos le permitió revertir el panorama, salir de la posición comprometida y despejar definitivamente el fantasma de la permanencia.
En paralelo a la lucha por conservar la categoría, Central Córdoba afrontaba la Copa Argentina. Lejos de ser un obstáculo, el torneo se convirtió en el escenario de una campaña histórica. El Ferroviario avanzó de manera contundente hasta alcanzar la final, sorprendiendo a propios y extraños por solidez futbolística y personalidad competitiva. El 11 de diciembre, en el estadio 15 de Abril, venció 1 a 0 a Vélez Sarsfield con gol de Matías Godoy, conquistando así el primer título nacional de la institución y logrando, además, la clasificación directa a la Copa Libertadores.
El 2025 encontró a Central Córdoba compitiendo en múltiples frentes, con la Copa Libertadores como principal desafío. En su debut internacional integró el Grupo C junto a Flamengo (Brasil), Liga de Quito (Ecuador) y Deportivo Táchira (Venezuela). Para muchos, se trataba del denominado “grupo de la muerte”, aunque la realidad terminó siendo diferente. En su estreno igualó sin goles ante Liga de Quito en el estadio Madre de Ciudades y luego consiguió su primera victoria frente a Deportivo Táchira. El punto más alto del recorrido llegó el 14 de abril, cuando el conjunto santiagueño venció 2 a 1 a Flamengo en el estadio Maracaná, con goles de Leonardo Heredia y José Florentín. A pesar de ello, el equipo quedó eliminado en la fase de grupos por diferencia de gol, tras caer 3 a 0 ante Liga de Quito en Ecuador.
La tercera posición en el grupo le permitió acceder a los playoffs de la Copa Sudamericana. Su rival fue Cerro Largo de Uruguay. En el partido de ida, disputado en Santiago del Estero, el encuentro finalizó 0 a 0, dejando la definición abierta. En la revancha, Central Córdoba fue contundente y se impuso por 3 a 0 en tierras uruguayas. El recorrido internacional llegó a su fin en los octavos de final ante Lanús —a la postre campeón del certamen—: victoria 1 a 0 en la ida y derrota por el mismo resultado en la vuelta, para luego quedar eliminado en la definición por penales.
El 6 de septiembre, el Ferroviario disputó la final de la Supercopa Argentina frente a Vélez, en el Gigante de Arroyito, en Rosario. En ese encuentro, el conjunto de Liniers se tomó revancha de la final de Copa Argentina y se impuso por 2 a 0.
En el tramo final del año, Central Córdoba afrontó el Torneo Clausura y logró otro objetivo histórico: clasificar entre los ocho mejores de su zona, siendo la primera vez que el club accedía a una fase eliminatoria en torneos locales. En octavos de final venció agónicamente a San Lorenzo por 2 a 1, pero su camino se detuvo luego al caer por 1 a 0 frente a Estudiantes de La Plata.
De esta manera, Omar de Felippe cerró su segundo ciclo con un total de 69 partidos dirigidos, registrando 28 victorias, 21 empates y 20 derrotas, alcanzando una efectividad del 50,5% de los puntos. Así se pone punto final,al menos por ahora, a la historia de un entrenador que convirtió en héroes a un grupo de pibes, le dio al club la primera estrella de su historia y dejó una huella imborrable. El paso de Omar de Felippe por Central Córdoba lo consagra como uno de los mejores entrenadores en la historia de la institución, a la espera, quizás, de un nuevo capítulo.

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